Generar un espacio de aprendizaje desde la metodología de taller, potenciando el desarrollo de la expresión y la capacidad de creación privilegiando lo personal de cada adolescente, desde un lugar de disfrute y del encuentro con los materiales a partir de una actitud lúdica que posibilite resignificar positivamente el lugar del aprendizaje, entendiendo el juego como zona intermedia entre lo real y lo potencial, lo objetivo y lo subjetivo, como zona de intercambio y pasaje entre el adentro y el afuera pero que se manifiesta en una realidad física concreta mediante las producciones realizadas, reactualizando capacidades y fomentando la autoestima. Se plantea la articulación entre el lenguaje plástico y la palabra, entendiéndolos como vías de desarrollo de capacidades simbólicas.